PRESENTACIÓN

Estimada Dra. Pilar Lacasa y estimados compañeros. En este blog para el curso de doctorado Investigación Cualitativa en Contextos Naturales: Cómo Utilizar los Recursos Informáticos, pretendo exponer algunas reflexiones en relación con los contenidos del presente curso. Espero que sean de vuestro interés y que siempre que lo deséis me enviés vuestras sugerencias. Las recibiré encantado.Un afectuoso saludo a todos. Espero que os guste.

lunes, 30 de abril de 2007

Un paseo por el aprendizaje constructivista

El objetivo de esta reflexión es profundizar en el significado de lo que se entiende por aprendizaje constructivista, conocer algunas de sus características, su relevancia, la necesidad de utilizarlo y si existe un compromiso del profesorado en la práctica docente.

En la investigación de T. Mauri e I. Gómez, las autoras reseñan que el marco teórico se basa en la concepción constructivista. De ahí la importancia de extendernos en la comprensión de este proceso de enseñanza-aprendizaje, para un mayor conocimiento sobre su cuerpo teórico.

El aspecto más importante de este proceso de enseñanza, que para muchos expertos es el más recomendable, se basa en que el docente dé una importancia extrema a los conocimientos previos que el alumno posee antes de la presentación de una determinada unidad didáctica. Actualmente a los profesores, la propia inspección educativa, nos exige al inicio del curso académico, una evaluación inicial de cada uno de los alumnos que debemos recoger por escrito a través de un informe que custodia la Jefatura de Estudios, sobre los conocimientos previos de cada uno de ellos, en la asignatura que impartimos y que adaptemos el contenido de las distintas unidades a las características de nuestros alumnos. Asimismo se contemplan adaptaciones curriculares para aquellos alumnos que presenten algún tipo de necesidad extraordinaria. A esta primera evaluación le siguen otra formativa y final, igual de importantes. Esta estructura evaluativa facilita mucho la tarea a los educadores, por existir un importante control sobre todo el proceso escolar de cada chico. La memoria final de curso que debe ser entregada obligatoriamente a la inspección educativa, recoge por escrito la evolución del alumno por cada una de estas fases.

Otro de los aspectos esenciales de este tipo de aprendizaje se fundamenta en que el alumno vaya construyendo su propio aprendizaje. En palabras del Dr. Francisco José Gutierrez: el alumno elabora el significado pleno de la información que se le presenta cuando el maestro no le ofrece la respuesta válida a la cuestión que le plantea, sino que hábilmente a través de preguntas y respuestas, el propio discente sabe que ha llegado a la solución acertada; para ello es imprescindible que el profesor nunca diga: si, no, bien, mal. Cualquiera de estas respuestas por parte del profesor supondrían una detención del proceso de aprendizaje y de la construcción del mismo por parte del alumno. A esta técnica el propio referenciado, la llama El arte de preguntar.

Técnicamente habría que reseñar el uso de los mapas conceptuales por parte del discente. La relevancia de este sistema constructivita se basa en la estrecha relación entre conocimiento y contenidos de la memoria a través de las redes conceptuales, similar a la forma en que nuestro cerebro guarda la información. A este proceso se llega después de haber pasado por unas fases anteriores que permiten al alumno ir elaborando la información y ser el principal protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje. El papel que ejerce el profesor es el de un mediador que orienta la actividad del estudiante. Cabría destacar el carácter natural de este proceso donde el alumno adapta el contenido de la información a sus características, en lugar de a la inversa.

Las aulas se enriquecen con este tipo de relaciones interpersonales, porque otra de las columnas de este proceso se halla en que el profesor tiene en cuenta las emociones de los alumnos, esenciales éstas para acceder a un aprendizaje de calidad en un entorno adecuado y positivo donde la relación profesor-alumno pueda adquirir unos matices insospechados.

El interés de integrar al alumno con el aprendizaje, se consigue sencillamente mediante el uso de preguntas y respuestas, similar a la técnica socrática, importante divulgador de la educación. El formular preguntas a los alumnos hace que en estos se despierte el interés por la materia obligándoles a buscar soluciones mediante el uso de sus conocimientos previos, de esta forma el aprendizaje adquiere un carácter atractivo. Para que esto sea aplicado adecuadamente el docente debe tener en cuenta varios aspectos, tales como: los contenidos de la asignatura, las edades de la población del aula, y el contexto socio-cultural del niño. Este aprendizaje favorece el contexto realista del niño por sentirse parte de él, los contenidos están ajustados a su propia realidad, favorece el uso de estrategias metacognitivas, donde se toma conciencia del propio proceso por la naturaleza personalista que siente el niño dentro del sistema. La relevancia de estos hechos son tan notorios que incluso el alumno adquiere un aprendizaje sin ser consciente del mismo. Otro aspecto a recalcar es la idoneidad de aplicarlo a cualquier tipo de materia, donde el alumno con la ayuda del profesor va construyendo su propio aprendizaje, se siente importante en el proceso y esto hace que tome una mayor implicación con la escuela. Me gustaría reseñar que para una correcta aplicación del proceso se hace esencial que el profesor presente la tarea de una manera atractiva, de ahí que resulte imprescindible que maneje adecuadamente la técnica de preguntar. Cuando la tarea resulta, reiteramos, atractiva para los alumnos, la posibilidad de que se implique con ellas es superior, con la consiguiente potenciación del aprendizaje. La experiencia de muchos profesores recogen que cuando se usa el aprendizaje constructivista los alumnos se involucran más con la tarea, sintiéndola como propia; todas las intervenciones son tenidas en cuenta; y las respuestas propias y la de los compañeros sirven a cada protagonista (el alumno) para elaborar su propio significado, alimentándose de esta manera cada uno de su propia reflexión y de los otros a través de una permanente retroalimentación.

Otra importante característica de este modelo es que los contenidos vayan ajustados a la propia realidad física y emocional del niño, por eso recalcamos la importancia de la evaluación inicial, donde recogeremos la relación existente entre la tarea y el alumno. Destacaría como esencial la función que desempeña el profesor, por ser éste, donde reside gran parte del éxito de este proceso; su motivación, la credibilidad que dé al proceso, la relación con otros profesores, la interactividad de su materia con la de los demás, la población de la clase, el material curricular, la innovación educativa, la empatía del profesor, etc.

La adquisición de contenidos, mediante el uso del aprendizaje constructivista, permite que el alumno sea el propio constructor de su proceso de enseñanza-aprendizaje, acentuando los procesos de memorización. Además el que no exista como válida una única solución, permite acceder al aprendizaje de una forma más flexiva, convirtiéndose el aula en un lugar donde la cooperación adquiere una especial significatividad.

Cuando los alumnos se enfrentan por primera vez a una actividad novedosa, lo lógico es que buceen en sus recuerdos para poder enfrentarse a ella. Lo positivo del aprendizaje constructivista es que favorece la búsqueda de información previa para poder responder a las demandas que implica la tarea.

En conclusión, el aprendizaje constructivista favorece la implicación del alumno con la actividad del profesor, establece un vínculo positivo que se caracteriza por la cooperación y porque todos los conocimientos del alumno son tenidos en cuenta. Para su correcta aplicación se necesitan profesores habilidosos en la formulación de las preguntas y cómo a través de las respuestas que el alumno emita volver de nuevo a preguntarle, hasta que toma conciencia de sus propias respuestas. Sócrates, para demostrar a sus discípulos la trasmigración del alma, hacía llamar a una esclava ignorante y a través de hábiles preguntas que le formulaba, la esclava era capaz de resolver el teorema de Pitágoras. Con esto el gran pensador demostraba que cuando el hombre muere su alma toma otro cuerpo llevándose el conocimiento que le precedía, así que lo único que había que hacer era despertarle esos recuerdos ocultos en el pensamiento mediante el hábil y perenne arte de preguntar. La mayéutica.

domingo, 15 de abril de 2007

Cultura y psicología

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define cultura como conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. Si la psicología desea adaptar su epistemología, debe conocer las características de la naturaleza y comprender la conducta humana y debe aprender a interpretar la reciprocidad comunicativa entre biología, sociedad y cultura.

La cultura es un ente vivo en permanente cambio. Ésta como cualquier estructura biológica está sometida al envejecimiento y a la renovación. La cultura posee un mayor número de matices renovadores que de anquilosamientos temporales, estas vivencias requieren de una máxima atención de la ciencia psicológica para asistir a las nuevas demandas en el comportamiento del ser humano.

En sociedades que precedieron a la actual, y por tanto, con caraterísticas culturales distintas, la vida humana era más sencilla, la movilidad social era menor y los modelos sociales eran más evidentes. Las exigencias sociales eran de menor cuantía y los conflictos emocionales no eran tan numerosos ni impactantes como en la cultura actual. En la actualidad nos desarrollamos en una sociedad compleja donde nuestras experiencias personales no sirven para dar respuesta a muchos de nuestros problemas y donde la figura del psicólogo está adquieriendo una especial relevancia, de ahí, se deriva, que la psicología, la investigación psicológica y el profesional de la psicología de manera multidisciplinar deben estar al tanto de esas transformaciones socioculturales para poder asistir a dichas demandas.

La cultura se perpetua en la medida en que ésta se alimenta con la acción humana y no es una mera observadora pasiva de su propio desarrollo. La cultura como la psicología y asimismo el ser humano como modulador de ambos entes, tienden a afianzar los modelos útiles y a despreciar los obsoletos. Esto exige a la psicología, para dar una adecuada atención a sus intervenidos, un conocimiento profundo de la cultura donde se ubica el que recibe su asistencia.

Cómo es impensable que en la práctica diaria, psicología y cultura caminen separadas; las instituciones educativas deberían promover el desarrollo y prestigio de la psicología cultural: rama de la psicología que investiga las formas en que la cultura afecta al pensamiento y al comportamiento. Las leyes, el lenguaje que hablamos, nuestra educación, nuestros pensamientos individual y colectivo dependen de la cultura en la que hemos crecido.

El programa de una psicología cultural no es negar la biología o la economía, sino mostrar cómo las mentes y las vidas humanas son reflejo de la cultura y la historia tanto como de la biología y los recursos físicos. Necesariamente, utiliza las herramientas de interpretación de las que siempre se ha servido el investigador de la cultura y de la historia. No existe una sola explicación del "hombre" , ni biológica ni de otro tipo. En última instancia, ni siquiera las explicaciones causales más poderosas de la condición humana pueden tener sentido y plausibilidad sin ser interpretadas a la luz del mundo simbólico que constituye la cultura humana.
Jerome BRUNNER: Actos de psicología. Alianza, Madrid, 1998.

La cultura es un proyecto trandisciplinar derivado de la sociología, la antropoiología, el arte, la religión, la historia, la economía, etc. La psicología que contempla todas estas disciplinas deberá estar caracterizada:


  • El comportamiento humano es producto de una interacción entre individuo y sociedad. Las experiencias psicológicas de cada uno de nosotros vienen motivadas por nuestra biología, biografía, historia, nuestra sociedad y momento cultural.
  • La cultura es un ente de naturaleza simbólica donde el lenguaje y la comunicación nos sirven para expresar la realidad compuesta de creencias, valores y pautas de comportamiento.
  • Cuando la psicología hace uso de la cultura es capaz de interpretar el pensamiento subjetivo del ser humano.
  • Lo que dota de significatividad al mundo en el que vivimos es la propia conducta humana, de ahí que nuestras propias subjetividades adquieran un significado cuando están adscritas a un determinado contexto.



lunes, 2 de abril de 2007

La investigación en el aula. Una reflexión.

Nadie pone en duda la necesidad de la investigación educativa. La imperiosidad de vincular investigación y educación es contigente al hecho de mejoramiento en la calidad de la enseñanza de la que son protagonistas distintos agentes. La educación y especialmente la instruccional escolar es objeto de opinión, habitualmente, de diversos sectores de la sociedad, con mayor o menor criterio, con mayor o menor objetividad. Las familias, los contribuyentes, etc. intentan emitir respuestas, desde la buena voluntad, así debemos pensarlo, para solucionar muchas de las dificultades con las que ordinariamente se encuentran los alumnos: fracaso escolar, acoso, desmotivación del profesorado, escasez de recursos..., pero limitándose a meras impresiones como resultado de su experiecia educativa en la escuela tradicional.

Decía Platón que la doxa, un camino intermedio entre la ciencia y la ignoracia, no era más que una mera opinión. Para llegar a objetividades, con el consiguiente beneficio para el alumno en correlato con la sociedad, se hace imprescindible desligarse de las opiniones y someterlas al criterio del método científico. Es probable que el propio rigor científico ratifique muchas de esas opiniones, pero el matiz como bien pueden intuir ustedes es bastante distinto. La investigación a lo largo de su larga trayectoria ha destacado por sus grandes logros; con el nacimiento de la filosofía, los presocráticos empiezan a someter a crítica al pensamiento mitológico, aquél gran dominador del pensamiento colectivo de los hombres y mujeres de aquella sociedad. Y hasta día de hoy el progreso humano de las sociedades que han depositado la confianza en la ciencia han sido considerables, con la consiguiente mejora de la calidad de vida de sus habitantes. Es probable que estén pensando que aún queda mucho por hacer, coincido con ustedes, pero depositar la confianza en los firmes caminos de la ciencia es una sana decisión.

Asimismo, me gustaría ser especialmente puntilloso con un aspecto. La relevancia que estoy otorgando a la investigación en esta reflexión, no implica que debamos jerarquizar el proceso educativo y colocar en la cumbre de esa imaginaria piramide al investigador; todo lo contrario, el investigador es otro profesional más al servicio del la principal estrella del la educación escolar: el alumno, y es para quien, cuando sea el caso, debe trabajar. Para ello, es imprescindible que éste debe verse y hacerse ver como cualquier otro personal de este sector servicios.

La investigación en la educación requiere de incursiones en el propio aula en su ordinario funcionamiento, porque es necesario recoger una información en el propio ámbito para posteriormente someterla a valoración. Pero éstas deben hacerse con el mayor respeto posible hacia la propia vida académica. La llegada de un investigador o un futuro investigador, no deja de ser una incursión en la vida ordinaria académica, que puede en muchas ocasiones levantar sorpresa o recelo. Largo ha sido y es el debate sobre los límites de la ciencia, qué o no qué puede investigarse; cómo y cómo no puede investigarse. En torno a toda actividad humana hay una ética. Hay unos límites, normalmente consesuados, que no se pueden sobrepasar, de ahí la importancia de la cultura a la que en otra ocasión la dedicaré una reflexión. Sin embargo, en educación y especialmente dentro del aula, el rigor ético se hace aún más riguroso, principalmente, porque las leyes protegen al menor con mayor y especial cautela, muy acertadamente, por ser éstos los ciudadanos que requiren de mayor protección porque por cuestiones madurativas no tienen ellos la capacidad para protegerse por sí mismos. Benditas leyes que otorgan a los menores la relevancia que ellos merecen. Es muy probable que si la ciencia pudiese obrar a su antojo, la extración de conclusiones fuese más abundante, pero qué precio debería pagar por ello, posiblemente, entre otras cosas, la pérdida del respeto que a día a día la ciencia se ha ganado dentro de la sociedad.

La investigación debe entrar en el aula, sus resultados son y serán una importante fuente de riqueza, para profesores, padres y alumnos. La seguridad que confiere el método científico a las distintas ciencias ha permitido salir del oscurantismo en las que los hombres y mujeres de otras épocas vivían. Pero parece ser que no es el mismo trato que se da a todas las ciencias, bien como producto del pensamiento Kantiano que consideraba sólo ciencia a las que cumplían los criterios, de universalidad, ampliación y necesidad, sirva como ejemplo el caso de la ciencia matemática. No obstante, hay otras ciencias que han demostrado su valía y objetividad aun atendiendo a aspectos subjetivos del ser humano. La psicología, la medicina, la pedagogía, entre otras, han conseguido en lo humano, en lo variable, dotarlo de objetividad y de compresión. Felicidades por ellas.

En conclusión. La sociedad debe confiar en la investigación educativa, como parace ser que tiene en la investigación que se acometen en otras ciencias, sirva el caso de la física o de las matemáticas. Debemos aprender que cuando hablemos del hecho educativo adquiramos como buena política el desuso de livianidades y aceptemos e incorporemos las conclusiones a las que diariamente accede la investigación educativa.